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martes, 17 de diciembre de 2013

Los campesinos advierten: acuerdos o paro

Hernán Camacho

Agencia Prensa Rural

Luego de al menos una docena de encuentros entre los campesinos agrupados en la Mesa Agropecuaria de Interlocución y Acuerdo (MIA) y el gobierno nacional, no se llega a acuerdos importantes para superar la crisis agropecuaria que originó el paro agrario nacional. Los campesinos advierten que de no existir avances en las negociaciones están dispuestos a volcarse nuevamente a las carreteras y continuar la movilización.

El común denominador de las mesas de conversaciones, instauradas por el gobierno Santos luego de meses de subestimar la fuerza del paro campesino, es el incumplimiento a los acuerdos y la dilación. La falta de voluntad política para concretar lo poco que se ha acordado colmó la paciencia de los campesinos, quienes elevaron un ultimátum: “O vemos avances o vamos al paro”.

Tres son las mesas de diálogo instaladas tras el paro nacional agrario y la movilización de las Dignidades Agropecuarias que entraron en crisis: La MIA, la Mesa de Acuerdo e Interlocución del Catatumbo y la mesa de negociaciones con las Dignidades Agropecuarias. En todas el gobierno repite un libreto bien aprendido para negociar: “Nada se puede hacer si está fuera de la política de la locomotora agropecuaria”. Política que justamente fue la causante de las movilizaciones campesinas que pusieron en jaque al gobierno hace apenas dos meses.

La mesa de diálogo instalada en Cúcuta, cuyo objetivo es darle solución a la crisis humanitaria que afecta al Catatumbo, es la única que ha avanzado en acuerdos, pero genera inconformidad el hecho de no aplicarse de manera inmediata los acuerdos sobre inversión en proyectos de desarrollo local para la región. La tensión se encuadra en el argumento que expuso el gobierno para no avanzar: ley de garantías.

“Necesitamos respuestas y nos movilizaremos las veces que sea necesario”, explicó Olga Quintero, vocera de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), quien además señaló que al término del año las comunidades están esperando avances en las negociaciones que hasta ahora han sido mínimos.

Entre tanto, del pliego de peticiones nacional entregado por la MIA nacional apenas se ha abordado un punto de los seis planteados: la sustitución de cultivos ilícitos. VOZ conoció un paquete propuestas originadas desde la MIA nacional y llevadas a la mesa de diálogo sin ningún resultado positivo. Se discuten, se reformulan, se estudian pero las descarta el gobierno nacional por considerarlas fuera del marco de la política agropecuaria trazada en el Plan Nacional de Desarrollo.

En medio del ambiente preelectoral el gobierno nacional juega con candela. El nivel más bajo de popularidad del presidente Juan Manuel Santos se dio justamente cuando menospreció las peticiones campesinas y subvaloró el paro agropecuario que se mantuvo a lo largo de seis semanas en todo el país.

La mofa gubernamental ante las peticiones campesinas y la respuesta policial violenta llenaron de solidaridad a quienes desde la ciudad seguían paso a paso los acontecimientos en las principales carreteras del país.

Los cacerolazos, las convocatorias inadvertidas para acompañar las pretensiones campesinas, pusieron en jaque la gobernabilidad del primer mandatario. A eso se ve abocado de nuevo el presidente, a menos de cinco meses de la contienda electoral.

“Lo viable sería llegar a unos acuerdos con los estudiantes movilizados en la MANE, con los campesino de la MIA y las Dignidades Agropecuarias. Pero por el contrario, cuando se acude al diálogo y las encuestas mejoran, el gobierno vuelve a la provocación y a la negación de cualquier solución”, comentó Olga Quintero, quien además señaló la necesidad de que el gobierno cambie la estrategia de negociación: “Debe ser inteligente en cumplir con lo acordado y demostrar su voluntad política en las conversaciones con el campesinado”.

Por último, los campesinos anunciaron que el12 y 13 de diciembre realizarían un gran encuentro con representantes de todo el país, para evaluar los avances en las negociaciones y las acciones que emprenderán para el primer semestre del 2014.

Fuente: Rebelión

La lucha de clases actual en Colombia

 Por: Alberto Pinzón Sánchez
 
Ay, la lucha de clases tan olvidada y tan presente a la hora de analizar fríamente el acontecer cotidiano del proyecto capitalista trasnacional dominante en Colombia, que enfrenta un proceso de transición inédito y, se debate a cuchilladas entre continuar con la acumulación de capital trasnacional mediante el despojo sangriento que se viene ejecutando (proyecto de Uribe Vélez) o, como lo propone JM Santos, modernizar y hacer más eficiente y productivo el mismo despojo, pero mediante el derecho y los jueces.

Y en esta lucha de facciones, por ver quién domina o hegemoniza el bloque de Poder dominante que dirija y ejecute el proyecto de desarrollo del capitalismo trasnacional en Colombia, es donde hay que encontrar la explicación a la actual lucha de facciones dominantes, entre los representantes del sector “modernizante”, (aglutinado por JM Santos) dedicado a la especulación de la tierra y profundamente ligado a los grandes intereses financieros trasnacionales y con gigantescos intereses en la explotación minero- energética del suelo colombiano; enfrentado acremente al sector aglutinado por Uribe Vélez, quien representa los intereses tradicionales de los latifundistas ganaderos y de algunos sectores de los agro-negocios como los palmicultores, apoyados por los llamados poderes fácticos regionales y locales que no son otra cosa que un “sancocho” o amalgama inseparable de mafia, paramilitarismo y corrupción oficial.

Sin embargo, a medida que avanzan los diálogos de la Habana por entre la crueldad innecesaria de las bombas inteligentes made in USA (de media tonelada) que arrasan campamentos de 30 guerrilleros con campesinos aledaños incluidos, y los “tatucos guerrilleros que, sin consideración, arrasan bases militares situadas en medio de Pueblos olvidados y azotados por la guerra contrainsurgente; la clase dominante de Colombia u Oligarquía Trasnacionalizada, que no solo ha dominado sino dirigido y ejecutado durante 200 años el proyecto capitalista en nuestro país hasta traerlo a la situación actual, se niega a aceptar su responsabilidad absoluta y como en una ópera bufa destapa sus tamales podridos de tanto guardarlos, para inculparse mutuamente de los yerros monstruosos que han cometido a lo largo de su dominación como presidentes de la Democracia Genocida para la que fueron seleccionados.

La riña entre las facciones oligárquicas, inicialmente entre el “canalla” Santos y el “rufián” Uribe Vélez; se ha ampliado al “enano moral” Pastrana y a los “narco-gobernantes” Gaviria y Samper, quienes todos a una, sin ninguna ética (ni siquiera burguesa) se muestran públicamente sus miserias e inculpaciones pre electorales, tratando cada uno de evadir la responsabilidad que le corresponde por haber conducido a toda la sociedad colombiana (léame bien a toda la sociedad colombiana) a la ruina moral y económica en la que se encuentra: a la miseria económica ahora le añaden la miseria moral que es igual de terrible y deletérea.

En breve: Asistimos en Colombia a un proceso de transición y reacomodo del despojo como mecanismo de acumulación capitalista trasnacional, en el que lo viejo se resiste con todo su poder a morir o desaparecer, y lo nuevo (por aquello de la miseria moral) también se resiste a aparecer. Y así, es fácil estar desconcertado y creer que, si se pacta en la Habana un acuerdo para finalizar el conflicto armado, la lucha de clases y la Historia, como sentenció en 1991 el neoliberal Fukuyama, desaparecerán ilusamente para siempre de nuestras vidas futuras. 
 
Fuente: Rebelión

Primeros graduados de la Lic. de Pedagogía de la Madre Tierra de la Universidad de Antioquia

Un total de 67 estudiantes pertenecientes a los pueblos Embera Dovida, Embera Eyabida, Embera Chamí, Senú y Gimadule, recibieron de manos de la Facultad de Educación sus diplomas como Licenciados en Pedagogía de la Madre Tierra el viernes 6 de diciembre en el teatro al aire libre de la Universidad de Antioquia.


Primeros graduados de la Licenciatura de Pedagogía de la Madre Tierra de la Universidad de Antioquia 

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viernes, 25 de octubre de 2013

De campesinos a proletarios


 por  MIGUEL SUÁREZ


El "Gran pacto agrario" citado con bombos y platillos por el gobierno nacional, para ser sellado el pasado 12 de septiembre, resultó lánguido, mediocre y justificador de los intereses más próximos a la casa Santos. El acuerdo que condujo a la finalización de la movilización campesina escenificada por los paperos en Boyacá, Cundinamarca y Nariño, debía marcar la hoja de ruta para la construcción de un Pacto agrario nacional con el cual, y desde el cual, los sectores del campo, en conjunto, negociaran de cara y en confrontación a los postulados del ejecutivo; una nueva realidad para el campo.

Aquel segundo jueves de septiembre, en el cruce de la calle 53 y la carrera 68, en la asfaltada Bogotá, en medio del insípido ambiente que producía un auditorio de grises pisos y altos techos, hubo el intento de concentrar a algunos esquivos delegados del campesinado, que bloqueó por varios días, durante el insólito paro nacional agrario, carreteras, evidenciando con su protesta, que a pesar de todo, y de las frases que diga el alto gobierno en Colombia continúan gobernando de espalda a las mayorías.

Largas paredes de ladrillo daban algo de color al salón donde instalaron una inmensa mesa redonda. Un intento inepto del gobierno por propiciar un escenario de diálogo –cara a cara– con quienes se enfrentó pocos días antes. La cita resultó todo un fracaso en la convocatoria. Por lo menos, esa fue la apariencia ante la ausencia de delegados de Dignidad Papera –principal expresión de los paperos cundiboyacenses y nariñenses–, de la Mesa de Interlocución Agraria –MIA–, así como del Coordinador Nacional Agrario –CNA.

Teatro, fracaso aparente...


Las sillas vacías no eran la imagen de un capricho. No. La ausencia de los delegados campesinos expresaba con dignidad, en medio del profundo silencio que subía de los asientos dispuestos para que los ocuparan, una honda razón: el rechazo a la presencia en igual escenario de todos aquellos que han hecho del campo un surco de dolores: la Sociedad de Agricultores de Colombia, la Federación Nacional de Cafeteros y otras tantas estructuras decadentes, defensoras de terratenientes y capitalistas del campo. El silencio que emanaba la ausencia del campesinado pobre y medio, era la manera de recordar al Ejecutivo, que para llegar a la aceptación de esta cita –de inicio de un diálogo para construir una política agraria de nuevo cuño– fueron necesarios una docena de muertos y más de 300 heridos.

La cita, transformada en un escenario para un acuerdo terrateteniente-oligarca por el campo, fue por tanto un triunfo para el Ejecutivo, y un fracaso para quienes no tienen sino el bloqueo y la protesta como mecanismo para ser escuchados.

Así fue ahora, y así ha sido por décadas que suman por lo menos un siglo, en un país donde el modelo agro exportador lleva ya largos lustros bajo la tierra, pues ni el café ni ningún producto tradicional repunta en los mercados internacionales, hecho que hace normal, que los grandes gremios del agro, con sus aliados internacionales, clamen por un impulso al campo que les permita la constitución de un nuevo andamiaje, articulado a los promisorios renglones del biodiesel, la especulación financiera y el comercio neoliberal.

Una vez realizado el teatro por parte de los ricos y terratenientes de siempre, pusieron a rodar la obra. Múltiples analistas definieron este "pacto agrario nacional" como la reedición del Pacto de Chicoral. Acuerdo que mal recuerdo de 'los de arriba' por medio del cual hubo vía institucional a la represión que confrontó el alzamiento campesino por el derecho a la tierra, liderado entonces, por la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos –Anuc.

Pero, aunque Pacto o acuerdo terrateniente y oligarca, el de ayer y el de hoy tienen soporte sobre circunstancias distintas. La toma de tierras 'ayer' liderada por la Anuc, única estructura que agremiaba a los campesinos, es muy diferente a la diversidad entusiasta del movimiento nacional agrario nacido en el paro nacional. Esta última, con base en diversidad de organizaciones, siglas, creadora espontaneidad y propósitos. Los hechos que ocurrieron entre agosto y septiembre del 2013 son un cuestionamiento a la economía y la política del régimen hacia el agro, aprovechado mediática, política y económicamente por sectores de las clases dominantes, con total apoyo oficial, para recuperar su fisionomía, esta vez como empresarios del campo. Por tanto no es una reacción de resistencia –defensiva– de la propiedad de la tierra, sino un acto ofensivo, de fuerza para reconstituir el proyecto agrario de los de arriba: en Chicoral había un status que defender, en el pacto acordado en el anterior mes de septiembre, de compensar un status para trasformar.

Nuevo campo: ¿sin campesinos?


Artilugios, discursos y confrontaciones anteriores y simultáneos con el pacto agrario; terminaron con resultados favorables para las elites, detrás de la larga lista de principios neoliberales y eufemismos con explicación en la infografía que acompaña esta nota. El aspecto sesudo de la sesión de instalación de este "gran pacto agrario", fue sentar las bases políticas de Estado para la transformación rural. Definir cimiento por cimiento, la carrera por erradicar de campesinos al campo.

Al efecto, en una mirada de modernización agraria, el Ejecutivo nacional, con el ministro de Agricultura Lizarralde como gran reformador –apegado a su experiencia en Indupalma- busca:

- Primero: Adentrar en una política de igualación de servicios sociales e infraestructura en el campo, que sea favorable a los grandes planes internacionales de articulación del potencial agrario del país con el mercado global. Los diseños de programas de vivienda y repoblamiento, así como el plan vial, marcan el camino en el diseño de centros de poblamiento y rutas de circulación, alrededor de productos como palma, caña, cultivos promisorios para agrocombustibles y la minería a gran escala. En síntesis, una gran masa de trabajadores agrícolas concentrados en puntos estratégicos del territorio nacional.

- Segundo: Resolver el vacío jurídico sobre la propiedad de la tierra, y un sanear la deuda que se tiene con la titulación de pequeños y medianos campesinos. Al tiempo, promueven reformas legales y de facto para permitir la acaparación de tierras (bajo la figura de Unidades Agrícolas Familiares, hoy violatoria de la ley 160 de 1994) por parte de los grandes capitales. Como quien dice, entre-abren una ventana a los campesinos para abrirle de par en par la puerta a los empresarios.

- Tercero: Acelerar el paso en la consolidación del modelo de las alianzas productivas entre pequeños y grandes productores, que enorgullece al nuevo ministro de Agricultura, cuya realidad significa quitarle el derecho de decisión al campesino sobre qué, cuando y cómo siembra en sus propias tierras, y por acto de la extorsión de la rentabilidad económica, ponerlo en las mismas condiciones que un trabajador desposeído laborando en una tierra que de facto ya no es o no será la suya. Usarán con toda habilidad el convencimiento –de supuestos beneficios– de campesinos individuales, cooperativas y asociaciones agropecuarias.

- Cuarto: Disponer las hectáreas cultivables del país para "aprovechar en forma efectiva el potencial productivo [...] mediante políticas de apoyo y fomento a la productividad y la competitividad". Una medida que no es más, que descansar todo el potencial de fomento agrícola del Estado en virtud del desarrollo de cultivos promisorios –ya referenciados– rentables para los grandes capitales, los mismos que al privilegiar los tratados de libre comercio, impiden cualquier rasgo de soberanía alimentaria.

- Quinto: Generar un ambiente de extinción del campesinado, labrando una amplia capa de trabajadores rurales con empleo formalizado, y con condiciones laborales aceptables, vinculados a la creciente agroindustria. Sin más propiedad que su propia fuerza de trabajo, el otrora campesino debe ingresar como un clásico obrero a la rueda de la producción, extinguiendo la relación que los agricultores tienen con la tierra, dadora de los productos de su propia manutención.

- Sexto: Dar un vuelco al Ministerio de Agricultura, al Incoder, al Banco Agrario y la restante institucionalidad rural, junto con el importante presupuesto que destinan a la cartera agraria, ajustándose a este nuevo modelo de desarrollo rural sin "los arcaicos" pobladores del campo. Todo esto, con financiación a través del presupuesto público, que girará en torno a la profundización eficaz del neoliberalismo agrario.

¿Santos cumplirá?


Abierto el interrogante acerca de si el Gobierno cumplirá con los acuerdos firmados a dos manos, con los campesinos en movilización en días pasados por gran parte del país, cabe pensar que el único cumplimiento posible, profundo y real del gobierno nacional; será con quienes pactó: Con las decadentes asociaciones agrarias de las élites. Santos cumplirá pero a quienes siempre utilizan y se sirven, del poder.

Fuente: Desdeabajo

martes, 22 de octubre de 2013

"El tránsito de la Desideologización de los pueblos hacia la recuperación de Saberes Populares"




Tenemos el gusto de compartir con ustedes este valioso trabajo que realizaron en conjunto la Academia Libre y Popular Latinoamericana de Humanidades y el Centro Interuniversitario de investigación e intervención social (CIIIS). Este libro se ha realizado con el fin de difundir las actividades que se realizan a lo largo de Nuestra América. Es parte de un pensamiento crítico que se hace presente y necesario a lo largo de la Patria Grande.

Lo pueden descargar gratuitamente de Aquí

Leanlo, compártanlo, discutanlo...

lunes, 21 de octubre de 2013

S.O.S por grave situación de vulneración de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario en el marco de la Minga Social, Indígena y Popular, Por la Vida, Territorio, La Autonomía y La Soberanía.

19-10-2013

Municipio Virginia punto Remolinos, vía Pereira se reporta que en este lugar después de la afirmación del Gobernador de Risaralda de arremeter contra la minga que se efectuaba en este sitio, el ESMAD ataca con contundencia los compañeros indígenas en los lugares donde están acampando, queman sus ropas, sus pertenecías, tiran sus alimentos y destruyen sus celulares. ES URGENTE que las fuerzas armadas PERMITAN atender los heridos y heridas de gravedad, dando paso libre a las misiones médicas y humanitarias y la salida inmediata a los centros hospitalarios.

Solicitamos al gobierno Nacional en cabeza del presidente Juan Manuel Santos de la orden de detener inmediatamente este ataque indiscriminado, se violan en el instante los Derechos Humanos y no se respeta el Derecho internacional Humanitario, instamos al Ministro de Defensa y la Fuerza pública el cese de hostilidades de forma inmediata y permita que la ayuda humanitaria se haga eficaz.

Consejería de Derechos de los Pueblos Indígenas, Derechos Humanos, DIH y Paz: correo e: derechoshumanos@onic.org.co

Facebook: ONIC Autoridad
Twitter: ONIC_Colombia
Hash Tag: #Mingaindigenapor

sábado, 5 de octubre de 2013

Lanzamiento Revista de pensamiento latinoamericano y colombiano “Las dos Américas".

160 aniversario del natalicio de José Martí


Dónde: 
Auditorio principal CEAD JAG – UNAD
Transversal 31 N° 12-38 sur

Cuándo:
Viernes 11 de octubre de 2013 - 6:00 p.m.

Invita: Grupo de Investigación en pensamiento Latinoamericano y colombiano "Las dos Américas"


martes, 24 de septiembre de 2013

Hacia una práctica de la conciencia

Los invitamos a leer el tercer Vol. de nuestra revista: Posibilidad Crítica Reflexión. Pueden HOJEAR LA REVISTA COMO LIBRO IMPRESO, pueden leer la REVISTA COMPLETA en Versión libro, o bien puedem leer los artículos de manera independiente según sus gustos e intereses. Este es el ìndice para que escojan:

Carta de presentación del día internacional de la filosofía 2011…….............pp. 8
FRANCO-BRIZUELA, M.
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Observatorio Filosófico de Morelos

El Neoliberalismo y la exclusión de las humanidades...……….................….. pp. 9-11
VARGAS-LOZANO, G.
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-I)
Observatorio Filosófico de México

La aportación Filosófica de Adolfo Sánchez Vásquez………............ .... ..…..pp. 12-19
VARGAS-LOZANO, G.
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-I)
Observatorio Filosófico de México

Homenaje a Hegel: el búho de Minerva al amanecer…………............   …..…pp. 20-24
DE LA FUENTE-LORA, G.
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Aporte filosófico de Edith Stein a la filosofía…………………………...........… pp. 25-41
OCAMPO-BAHENA, A.
Instituto Sapientia

*Mesa Redonda: el ser humano y la política

Obediencia o liberación, preguntas clave para la educación en tiempos violentos..…pp. 43-45
POUJOL-GALVÁN, G.
Universidad Pedagógica Nacional (UPN)

Educación, ¿para qué?........................................................................................... pp. 46-51
LÓPEZ-GUERRERO, I.
Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM)


http://admrevfilosofia.wix.com/filosofia#!volumen-3/cn20

viernes, 13 de septiembre de 2013

Colombia: Declaración política, Cumbre Nacional Agraria, Campesina y Popular

Autor: Cumbre Nacional Agraria Campesina y Popular
Viernes 13 de Septiembre de 2013 11:28  

Con el impulso del reciente Paro Nacional Agrario y Popular donde nos movilizamos millones de personas a lo largo y ancho del país, hoy nos reunimos para lanzar la Cumbre Nacional Agraria, Campesina y Popular. Nos encontramos miles de hombres y mujeres, líderes de diversos sectores populares, para compartir reflexiones sobre los logros de la reciente movilización y para contribuir a la definición de las rutas de encuentro para avanzar en la unidad del movimiento popular colombiano.

El Paro Nacional Agrario y Popular ha sido un avance para el movimiento social colombiano, en especial para los sectores campesinos, indígenas y afros. El Paro representa la movilización más importante y contundente de los últimos años en el país. Podemos decir con orgullo que por primera vez en mucho tiempo, las campesinas y los campesinos logramos mostrarle a la sociedad colombiana nuestro poder de convocatoria para defender nuestra dignidad y nuestros derechos. Durante 24 días nos hemos movilizado en veintidós (22) departamentos del territorio nacional, para expresar nuestra inconformidad por las políticas de despojo, y desigualdad que se han lanzado contra los más humildes. A la vez, hemos puesto en discusión democrática una serie de exigencias, propuestas y soluciones, recogidas en diversos pliegos que recogen nuestros planteamientos.

Como el país y el mundo bien lo saben, la respuesta del gobierno a nuestras movilizaciones y planteamientos ha consistido en el excesivo uso de la fuerza contra civiles desarmados. Frente a nuestros pliegos y justas demandas, el gobierno respondió con la detención de nuestros líderes, con la militarización de los campos y las calles, y dándole un tratamiento de guerra a la justa protesta social. La represión gubernamental deja un saldo desolador, que incluye la pérdida de 12 vidas humanas, 4 personas desaparecidas, 660 casos de violaciones a los derechos humanos individuales y colectivos en todo el país, 262 detenciones arbitrarias, 485 personas heridas, 21 personas heridas con arma de fuego, 52 casos de hostigamientos y amenazas contra los manifestantes y líderes sociales y 51 casos de ataques indiscriminados a la población civil en diferentes departamentos del país.

El Paro Nacional Agrario y Popular es una respuesta a la crisis del campo y del país en general generada por políticas que han empobrecido en especial a la población rural. Los gobiernos de turno han impulsado un modelo económico diseñado para favorecer a terratenientes, ganaderos y empresas transnacionales, desconociendo a las grandes mayorías campesinas, indígenas y afro. Se han impulsado acuerdos de libre comercio que han facilitado la importación de productos subsidiados que han quebrado a los pequeños productores colombianos. Se ha puesto en marcha una política de impulso a la gran minería transnacional que ha despojado a comunidades, que ha golpeado a los pequeños mineros, que ha acaparado el agua en las regiones y ha contaminado nuestros territorios. Como si fuera poco, el gobierno persigue a los cultivadores que guardan sus propias semillas para su producción, amenazando gravemente la soberanía y autonomía alimentaria nacional, y favoreciendo a los grandes monopolios globales que controlan las semillas y los insumos.

Nuestras propuestas han sido claras. Seguimos insistiendo en avanzar hacia una política de reforma agraria integral que reconozca los territorios colectivos indígenas y afro, que dote de la tierra y territorialidad necesaria al campesinado, y que desmonte los grandes latifundios que han concentrado la mayor parte de la tierra cultivable. También planteamos la derogatoria de las leyes que han incentivado el despojo, que han legalizado los robos de tierras, el desplazamiento, la apropiación indebida de baldíos y los títulos de tierras falsos auspiciados por notarios espurios. En lo inmediato, para buscar la salida a la crisis agraria, insistimos en la necesidad urgente de implementar medidas y acciones frente a la crisis de la producción agropecuaria, que incluyan el desmonte de las políticas de libre comercio, la anulación de los Tratados internacionales que afecten a los productores nacionales y el avance hacia una integración justa y solidaria entre los pueblos de América Latina y el mundo.

En ese marco, nuestros procesos han redactado pliegos que recogen nuestras propuestas para el campo colombiano. Exigimos tierras para los pueblos que las trabajan y las cuidan, el acceso a la propiedad y tenencia de la tierra, reconocimiento al territorio y la territorialidad campesina. Lo anterior solo se lograra con la adjudicación y dotación de tierras a los campesinos, indígenas y afrocolombianos. La compra directa de tierras en cantidad suficiente y de buena calidad y la titulación inmediata de las tierras baldías que ocupan los campesinos, que cumplen los requisitos para ser adjudicatarios. También exigimos que se declaren nulas las compras masivas de tierras que han hecho empresas nacionales y extranjeras violando la ley 160 de 1994. Detener la política de extranjerización de tierras y Detener la reformulación del tamaño de la Unidad Agrícola Familiar (UAF), y en todo caso no disminuir la extensión que actualmente está definida.

Exigimos que el Estado fije precios de sustentación para la producción campesina, que se garantice una remuneración efectiva a los productores, así como precios accesibles para los consumidores. Exigimos la reducción de los precios de los combustibles,de los precios de fertilizantes, insecticidas, abonos y demás insumos agropecuarios.

En materia de minería, nuestros pliegos rechazan la gran minería transnacional, promueven consultas populares para la definición de proyectos mineros, y la participación de los pequeños mineros en la formulación de la política agraria. También se plantean condiciones para la discusión pública de una ley marco de hidrocarburos que reoriente el manejo de la política petrolera para el bienestar y la soberanía nacional, y no para el lucro de las grandes empresas.

Exigimos una política de sustitución autónoma y concertada de cultivos de uso ilícito. Exigimos que se detengan las fumigaciones y la erradicación manual sobre los territorios, e insistimos que no se debe perseguir ni criminalizar al campesino cultivador, campesino que no debe ser tratado como delincuente, sino como víctima de los desaciertos de la política del Estado.

Luchamos por el reconocimiento político del campesinado. Exigimos que se adopten medidas y se cumplan las garantías reales para el ejercicio de los derechos políticos de la población rural, la inversión social en la población rural y urbana en educación, salud, vivienda, servicios públicos y vías. Creemos que la consulta previa también debe ser un derecho para el campesinado colombiano.

Las organizaciones, comunidades, pueblos, mujeres y hombres participantes de la Cumbre Nacional Agraria, Campesina y Popular, rechazamos el Pacto Agrario impulsado por el gobierno de Santos. Consideramos que es la reedición del nefasto Pacto del Chicoral que agrupó a los terratenientes para detener una posible reforma agraria. La gran diferencia radica en que hoy los grandes propietarios e inversionistas del campo quieren aliarse con los pequeños productores para apropiarse de su trabajo y de su sudor. Por esa razón desconocemos al nuevo Ministro de Agricultura, representante de un modelo de agronegocios que ha sido agente de contaminación ambiental, despojo, persecución al movimiento sindical y desmejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores. No creemos que sea la persona adecuada para impulsar la política agraria que necesita el país. Seguiremos construyendo nuestros pliegos, mandatos y planes de vida como camino a la defensa del campo y sus habitantes más humildes.

Hoy es el momento de que se consoliden propuestas desde los distintos sectores de la sociedad, pero en concreto que el campesinado, los afrodescendientes y por supuesto los indígenas, desde sus vivencias construyan espacios y soluciones a sus problemas, es el momento en que puedan opinar y decidir sobre su futuro. Hoy nuevamente debemos estar al frente de nuestros problemas, y asumirlos con la valentía y compromiso que nos da este momento histórico.

Es necesario avanzar en la construcción de la cumbre agraria y popular teniendo en cuenta que la movilizacion no es algo que haya terminado, es un proceso que esta en curso, como determinante del ejercicio de soberanía popular, que siente las bases para el camino de construcción colectiva, que contribuya a la UNIDAD en la acción de las diversas organizaciones que confluimos en este espacio.

Por lo tanto, buscamos construir el proceso de resistencia y movilización social para recoger y articular los acumulados de lucha, anhelos y clamor, de transformación social del pueblo colombiano, para traducirlos en una propuesta alternativa. Así también buscamos elaborar a partir de políticas democráticas y populares formuladas en mandatos o leyes, que sienten las bases de construcción de un nuevo pacto social por la paz y la vida digna, que recojan los deseos, sueños y anhelos de paz con justicia social de las colombianas y colombianos de a pie, de la cuadra, el barrio, el pueblo, municipio, vereda, corregimiento, región, gremio, convite, sector y/o proceso organizativo.

Es por eso que hacemos un llamado a todos los campesinos y campesinas, indígenas y afro descendientes de Colombia, organizaciones agrarias y populares, como también al conjunto de la población colombiana, a que nos juntemos en la cumbre agraria y popular a realizarse en el mes de octubre de 2013 en Bogotá con la participación masiva de los diversos sectores populares y sociales, que permitan construir las propuestas, soluciones que darán respuesta al conflicto agrario y social que vivimos. Invitamos a construir nuestra iniciativa de Paz con Justicia Social.

Lean y compartan el Llamamiento de Yakarta!

martes, 10 de septiembre de 2013

El dogma del libre comercio

Por: Juan Sebastián López M

Cuando Nouriel Roubini anticipó la catástrofe de las hipotecas subprime, muchos lo desconocieron y lo tildaron de “apocalíptico”. En Colombia, no son pocos los que le han atribuido ese calificativo, entre otros, al Polo y en particular al senador Jorge Robledo, quien con acierto ha explicado las consecuencias negativas de la apertura hacia adentro impuesta con el Consenso de Washington hace ya un cuarto de siglo y cuya fase superior son los actuales Tratados de Libre Comercio.

Resulta inevitable reconocer que las políticas se agotan, sobre todo cuando fracasan. Este es el caso del neoliberalismo, instaurando por el ex presidente Cesar Gaviria y su ex ministro de comercio exterior y hoy presidente, Juan Manuel Santos. Tras más de dos décadas de la política aperturista, Colombia,  además de desmantelar su industria y acabar con el agro como opción de vida, encabeza la lista de los países con los medicamentos, la gasolina y los fertilizantes más caros del mundo. Voces tan autorizadas como Abdón Espinosa, Eduardo Sarmiento, Aurelio Suárez y Cecilia López han diagnosticado las causas de esta situación de crisis del agro y la industria.

Como dijo Nairo Quintana “Es muy triste sacar un bulto de papa a una plaza y ponerse uno a llorar de tristeza porque ni siquiera saca lo de los transportes”. En contra de la evidencia, el gobierno Santos y su ministro Díaz Granados solo atina a decir que seguirán defendiendo el libre comercio y que tranquilos, que nuestro país todavía está muy cerrado y que ya vienen los TLC con Corea, Panamá, China y la Alianza Pacífico. De un dogmatismo que enceguece. Su propia versión de “el tal paro no existe”.

Los desfiles y movilizaciones sociales por todo el país han estado tan presentes y han sido tan notorias que ya parecen cotidianas. Sin duda, el país está cambiando. El modelo económico está en discusión y los campesinos, trabajadores, empresarios nacionales, estudiantes, padres y madres de familia, desempleados, profesionales y casi todo el país se encuentra inconforme con las políticas que se han venido aplicando. Casi, porque excepto un puñado de personas que se beneficia de reemplazar la producción nacional por la extranjera, la gran mayoría sufre las consecuencias del fracasado modelo neoliberal que acaba con el trabajo y el ahorro de los colombianos.

Revertir el neoliberalismo es una necesidad nacional, en paralelo se debe impulsar la producción colombiana, promover el mercado interno, invertir en educación, ciencia, tecnología e innovar para agregar valor y conocimiento a nuestra producción. Afortunadamente los pueblos no se transforman cuando cambian sus dirigentes, sino cuando los pueblos cambian y estos a su vez cambian a sus dirigentes. Ya estamos dando el primer paso.

NO SE ME OLVIDA:

1. Campesinos, obreros agrícolas y empresarios nacionales se ganaron el respeto y la solidaridad de la sociedad colombiana con su heroico Paro Nacional Agrario, ahora el gobierno debe cumplir los acuerdos a los que llegaron.

2. El 11 de Septiembre con una gran marcha de antorchas en todo el país el movimiento estudiantil, en cabeza de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE-, le contará a Colombia que existe una propuesta alternativa para solucionar la crisis de la educación superior. El 12 de septiembre, los maestros desfilaran en todo el territorio por sus derechos. 11 Y 12 por una educación pública, gratuita y de calidad.

domingo, 1 de septiembre de 2013

El Estado colombiano con su represión enriquece a la industria de las llamadas "ARMAS NO LETALES"

Para llorar
Domingo, 01 Septiembre 2013 06:58 
 
Por cada granada de humo blanco pagamos 43.880 pesos. Cada cartucho de gas nos vale 27.183 pesos. Se ha vuelto un lugar común decir que todos pierden con los paros. La frase es tan repetida como falsa. Hay unos que ganan –y ganan mucho- cada vez que hay una protesta. La industria de las llamadas “armas no letales” recibe multimillonarias utilidades por cuenta de la represión de las manifestaciones en Colombia y en el mundo. Los dueños de esa industria tienen a la vez intereses en negocios como la venta de productos lácteos o la calificación de riesgos en países como el nuestro.

El gas lacrimógeno es uno de los mejores negocios de esta época. A pesar de que la Organización de Naciones Unidas clasifica el gas lacrimógeno como un arma química, los poderosos intereses detrás de esta industria han logrado que su producto estrella se comercialice a nivel mundial como “arma no letal”


La mayor productora de gas lacrimógeno es una empresa llamada Combined Systems Inc. La compañía funciona en Jamestown, un pacífico pueblito con menos de 700 habitantes en Pensilvania, Estados Unidos.


De acuerdo con su página oficial su negocio es la “fabricación y suministro de municiones tácticas y dispositivos de control de masas a las fuerzas armadas, la policía, las autoridades carcelarias y las agencias de seguridad nacional en el mundo entero” (Ver link)


La compañía es una máquina de hacer dinero. Cuanto peor le vaya al mundo, mejor le va a ellos. Un reciente estudio adelantado por la profesora Anna Feigenbaum de la Universidad de Bornemouth en Gran Bretaña, prueba que durante los períodos de crisis económica se disparan los gastos antimotines.


El periodista Marcelo Justo hizo un completo reporte para BBC Mundo que muestra, entre otras revelaciones, el ejemplo de España. Mientras el gobierno de Rajoy recortó el presupuesto de 2013 en casi todas las áreas, empezando por salud y educación, hubo un aumento de 17 veces (!) en el renglón de ‘antidisturbios’. Los fondos pasaron de 173.000 euros a más de tres millones.(Ver vínculo)


Colombia es un gran comprador de Combined Systems. De acuerdo con una publicación de Source Watch los principales clientes de la compañía fabricante de gas lacrimógeno son en su orden: Estados Unidos, Israel, Egipto, Colombia y Yemen. (Ver vínculo)


En el año 2007, se registraron 800 protestas en Colombia. El 26 de diciembre de ese año -en medio de las celebraciones de navidad y año nuevo- el gobierno de entonces firmó a través de la Policía Nacional un contrato con los representantes locales de Combined Systems por US $2.262.936 (Ver portada contrato)


El objeto del contrato es la compra de granadas de gas, armas lanzagases y otras municiones antimotines. Quien firmó el contrato como directora administrativa y financiera de la Policía fue la entonces coronel Luz Marina Bustos Castañeda, hoy subdirectora general de la institución. La coronel Bustos ahora es general y con su firma ese contrato ha sido extendido y adicionado, hasta nuestros días, en cantidades multimillonarias.


Una de esas adiciones deja ver cuánto le cuesta cada disparo antimotines a los contribuyentes colombianos. Por cada granada de humo blanco pagamos $43.880. Cada cartucho de gas nos vale $27.183. (Ver valor gas)


Otro contrato, esta vez del Fondo Rotatorio de la Policía, indica que Colombia le compró a Combined Systems fusiles lanzagases por $242.604.960. (Ver fusiles lanzagases)


Los principales accionistas de Combined Systems son Point Lookout Capital Partners y The Carlyle Group. El grupo Carlyle es un conglomerado empresarial con múltiples intereses que van desde la banca internacional hasta la tecnología agropecuaria con Syangro Technologies, pasando por la producción de leche en la India con Tirumala Milk. Carlyle es dueño también de la calificadora de riesgos Duff and Phelps que evalúa la seguridad de las inversiones en países como Colombia.


Nuestro país es magnánimo con los conglomerados que explotan nuestros recursos y nos venden lo que no necesitamos en desarrollo de las ‘bondades’ del TLC. Al mismo tiempo es avaro con los campesinos que producen alimentos, severo con quienes se atreven a protestar y generoso con los vendedores de instrumentos para la represión.


Al final ellos se quedan con la plata y nosotros con las lágrimas. 

 
  Por: Daniel Coronell

lunes, 26 de agosto de 2013

ATENCIÓN ATENCIÓN! PRIMER REPORTE DE DD.HH EN BOYACÁ!

Abuso sexual contra jóvenes (hombres y mujeres) por parte de agentes policiales, además de reiteradas amenazas provenientes de estos funcionarios de agredir sexualmente a las mujeres, esposas e hijas de los campesinos. 
     Actos de tortura y otros malos tratos que involucran el uso arbitrario de gases lacrimógenos en sitios cerrados, incluso en hogares infantiles ocupados con niños entre 3 y 6 años, lo mismo que el uso de estos elementos que se lanzan y aplican de manera directa el cuerpo de los pobladores.

domingo, 25 de agosto de 2013

Primeras Olimpiadas Filosóficas 2013

Este evento convoca a estudiantes de Colegio de los grados 10 y 11 de la ciudad de Tunja y los municipios del departamento de Boyacá que quieran participar con sus trabajos filosóficos. 


El reconocimiento académico estará patrocinado por el Observatorio Filosófico de Colombia, quienes coeditan junto con el Observatorio Filosófico de Morelos (México) y la Organización Juventud Utopía A.C. (México) la revista de Filosofía Nuestramericana: “Posibilidad, Crítica y Reflexión”. Esta Revista es internacional, arbitrada, cuenta con Latindex de la UNAM y con ISSN 0719 - 1359 de la cámara Chilena del libro. Aquellos trabajos reconocidos por el jurado durante la jornada de las olimpiadas, serán publicados en las memorias del evento, y los mejores trabajos tendrán la posibilidad de publicación en la Revista de Filosofía Nuestramericana: Posibilidad, Crítica y Reflexión.

  PRIMERAS OLIMPIADAS FILOSÓFICAS 2013 by Ofmor Filosofía

domingo, 18 de agosto de 2013

LA REVOLUCIÓN DEL CONOCIMIENTO VIVO*



Gigi Roggero**
Universidad Nómada (Italia)

Traducción: Esther Juliana Vargas
Universidad de La Salle (Bogotá)

Vivimos en una situación revolucionaria. Podríamos formular la definición clásica en los siguientes términos: las élites gobernantes del capital global no pueden vivir en el pasado; los trabajadores, los precarios, los estudiantes, los pobres, el conocimiento vivo rechaza vivir como en el pasado. La crisis global, las luchas transnacionales ―desde las insurrecciones del norte de África hasta las acampadas de España y la Plaza Syntagma, desde los movimientos universitarios chilenos hasta los Occupy y el levantamiento de Québec― están compuestas por la convergencia de una clase media en declive y un proletariado cuya pobreza es directamente proporcional a su productividad.

En este contexto, la universidad es un sitio clave, pero no ya de producción del conocimiento; por el contrario, mientras más conocimiento se extienda en toda la fábrica social, menos será la universidad el sitio privilegiado de su transmisión. La Torre de Marfil definitivamente está cayendo; pero la universidad es el sitio clave para estas luchas, para sus posibilidades de territorialización y generalización.

El Colectivo Edu-Factory ha definido este contexto como una “crisis doble”, esto es, la crisis de la universidad y la crisis de la economía global. De hecho, es imposible comprender las transformaciones y las luchas de la universidad sin vincularlas con las trasformaciones y las luchas del trabajo y la producción. Entonces, de manera taquigráfica, esbocemos cinco tendencias de la economía política de la universidad y su crisis, equivalentes a cinco campos de batalla de las luchas transnacionales.

1. La crisis de la idea tradicional de conocimiento, que es también la crisis de la mitología izquierdista sobre el conocimiento como un bien neutral y común que hay que defender de la mercantilización. En el capitalismo contemporáneo, el conocimiento ―que es a la vez una fuente central y un medio de producción no es sólo una mercancía: es una mercancía central en la acumulación capitalista. De hecho, no hay neutralidad y naturalidad del conocimiento: es siempre una cuestión de producción, y dentro de las relaciones sociales capitalistas también es una fuente de explotación.

Cuando hablamos de conocimiento vivo, estamos tratando de identificar la nueva composición del trabajo vivo, y de la socialización de la producción del conocimiento. Este es un proceso ambivalente: el conocimiento es lo que es producido en común por el trabajo vivo, y también lo que es explotado por el capital; es la posibilidad de la autonomía de la cooperación social, y a la vez, aquello que captura y valora el capital. En este proceso ambivalente, el conocimiento se convierte en un campo de batalla central: lo común no existe por naturaleza, pero debe ser producido.

2. La crisis de las disciplinas, esto es, de la organización moderna del conocimiento. En la primavera de 2009, respondiendo a la pregunta formulada por la Reina de Inglaterra, un grupo de economistas de la corriente actual concluyó que la ciencia económica no sólo había sido incapaz de prever la crisis en sus inicios, sino que además fue absolutamente incapaz de entender nada sobre la economía, e incluso que podría ser la responsable de la crisis misma. El discurso de otras disciplinas no es muy diferente: éstas son cada vez más incapaces de explicar lo que está pasando. Las disciplinas, así como la retórica de la interdisciplinariedad, representan cada vez menos una forma de organización del conocimiento, basadas en su producción común.

3. La crisis de la figura tradicional del estudiante. Dado que ellos son productores de conocimiento, los estudiantes ya no son la fuerza de trabajo como aprendices, sino que son de inmediato trabajadores, y trabajadores precarios. De hecho, hay una constante superposición entre el mercado de la educación y el mercado laboral (piénsese en la “formación permanente” o en el sistema de acreditación). No es una coincidencia que los problemas laborales (precariedad, devaluación de la fuerza de trabajo, empobrecimiento, crisis, etc.) se hayan vuelto centrales en las luchas estudiantiles y universitarias en los últimos años. Y por esta razón las luchas universitarias tienen un potencial de generalización política a través de su plena composición de clase.

4. La crisis de la dialéctica moderna entre lo público y lo privado. Consideremos la corporativización de la universidad. Esto no significa solamente la entrada de fondos privados en las instituciones públicas. En los modelos americanos y anglosajones, la definición de corporaciones universitarias no depende tanto de su estatus jurídico: ambas son públicas y privadas, y son financiadas tanto por el Estado como por dinero de las corporaciones. “Corporación universitaria” significa que la universidad misma se ha convertido en una corporación, para trabajar en el cálculo del costo-beneficio, la racionalidad del presupuesto y reducir los costos de personal, para competir en el mercado global de la educación. Esto significa una universidad más allá de la dialéctica entre lo público y lo privado, entre el Estado y el mercado. Desde el punto de vista de las luchas, esto significa que no tenemos nada que defender: lo que está en juego es un proceso constituyente de una nueva universidad. Llamamos a esto la universidad de lo común.

5. La crisis de la universidad como mecanismo de ascenso social. La precariedad y el endeudamiento ―como condiciones de vida permanentes― han demolido la idea de que se va a la universidad para adquirir una posición más alta. En definitiva, esto significa una caída irreversible de las promesas progresistas del capitalismo, incluso en sus formas competitivas individualistas.

En el desmantelamiento del bienestar, ejemplificado por el incremento loco de las matrículas en Québec, la deuda se convierte en una forma perversa de acceder a las necesidades sociales (vivienda, educación, salud, movilidad, etc.). Podemos hablar de una financiarización de la universidad y de la vida. El sistema de deuda funciona como un proceso de canalización de nuestras escogencias, un régimen disciplinario impuesto no sólo en nuestro presente, sino ante todo como una hipoteca sobre nuestro futuro. Este es un régimen moral de individualización: si estás endeudado, sufres de culpa. Pero precisamente por estas razones debemos oponernos a los juicios morales de la Izquierda sobre el acceso al sistema crediticio, porque el uso del crédito también resalta la incomprensibilidad de las necesidades sociales. La Occupy Student Debt Campaing, y su demanda de un tipo de derecho colectivo a la quiebra para los estudiantes, los trabajadores, los pobres y la gente precaria, es estratégica: por una parte, para reapropiar la riqueza social que producimos en común; por otra parte, para rechazar el régimen moral del capital financiero y sus aparatos de individualización, y para crear un proceso colectivo. De hecho, podemos decir que la lucha por el crédito-deuda en el capitalismo contemporáneo es equivalente a la lucha por el salario en el capitalismo industrial.

Sobre estas bases, concluyamos con un par de preguntas políticas que surgen a raíz de los movimientos transnacionales. Por una parte, ¿cómo podemos construir una política de la composición común entre la clase media en declive y el proletariado “sin futuro”, elementos que tienen ambos en común el empobrecimiento y la expropiación capitalista, pero que están segmentados por los aparatos del capitalismo financiero (deuda, individualización, estratificación salarial, políticas de la identidad, etc.)? Este es el nodo central para la organización de lo común.

Por otro lado, actualmente el campo de batalla no está situado en la defensa de lo público (porque se trata de lo público-privatizado), sino en un proceso constituyente más allá del sistema de la representación política. La ocupación de las plazas, las universidades  y los espacios metropolitanos no es una protesta, no hay demandas para hacer frente al gobierno. Estas prácticas indican la creación inmediata de una nuevo espacio-tiempo, una forma embrionaria de organización de la vida en común. La pregunta aquí es: ¿cómo podemos construir una organización colectiva para nuestra cooperación autónoma, y destruir los mecanismos de captura capitalista? ¿Cómo podemos trasformar la universidad hacia una institución de lo común?

Estamos viviendo una situación revolucionaria, pero también sabemos que de suyo esto no basta para ocasionar mecánicamente el movimiento de la revolución misma. El “1%” no caerá si no los empujamos. Esta es nuestra tarea.


 *Artículo expuesto y discutido en el marco del Simposio: Semilleros de investigación de la Universidad de Antioquia. Dinámicas y experiencias. Realizado el pasado 15 de agosto de 2013 en la Sede de Investigación de la Universidad de Antioquia (SIU.

** Gigi Roggero es militante del colectivo Edu-Factory y de la red UniNomade. También es investigador precario en la Universidad de Bolonia. Autor de The Production of Living Knowledge: The Crisis of the University and the Transformation of Labor in Europe and North America (Philadelphia: Temple University Press, 2011).