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martes, 12 de marzo de 2013

CARTA ABIERTA AL DR. IGNACIO MANTILLA PRADA, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, BOGOTÁ

CARTA ABIERTA DE PROFESORES Y ESTUDIANTES DEL DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA


Bogotá, marzo 11 de 2013


Dr. Ignacio Mantilla Prada
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Bogotá

Respetado profesor Mantilla:

Ante la muy grave situación que atraviesa nuestra Universidad, los abajo firmantes hemos sentido la obligación de dirigirnos a usted con todo el respeto que la dignidad de su cargo nos merece, pero también con toda la firmeza que la situación amerita. Tenemos serias inquietudes sobre la manera como La Rectoría ha venido manejando la crisis que enfrenta la institución.

En primer lugar queremos manifestar que, independientemente de la legitimidad que tienen las reivindicaciones salariales y laborales que plantean los trabajadores de la Universidad, consideramos enteramente inaceptable el uso de medidas de fuerza como es el bloqueo de los edificios que han llevado a la Universidad a una parálisis total. Se ha vuelto una perniciosa costumbre el que algunos sectores de la comunidad pretendan imponer sus agendas temáticas a toda la institución, afectando seriamente el curso normal de la actividad universitaria, y poniendo en riesgo la vida académica que es la esencia misma de la Universidad.

Dicho esto, queremos señalarle también que tenemos la impresión de que algunas de las acciones de La Rectoría han contribuido a la escalada del conflicto. En particular, nos parece desafortunada la manera como se han adelantado algunas etapas en el trámite a las solicitudes de los trabajadores, toda vez que en un primer momento las demandas de estos fueron consideradas justas, sin expresar reparo alguno. Esto por supuesto creó irresponsablemente expectativas de las que era fácil sospechar que no se podrían cumplir, y mucho menos en un año fiscal que estaba próximo a concluir. Nos preguntamos también por qué los bloqueos, que fueron anunciados desde comienzos de año, parecen haber tomado por sorpresa a la administración. ¿No era posible tomar medidas efectivas para evitarlos, o al menos para evitar que la intensidad de la protesta aumentara de la manera como lo hizo? Finalmente, creemos que hace falta una interlocución muchísimo más directa con los trabajadores, quienes justificadamente esperan del Rector que los represente ante la sociedad y el Estado. Una fluida comunicación hubiese evitado la desinformación que ha contribuido a atizar la crisis.

Lamentablemente, en otros aspectos del manejo de la Universidad, esta desinformación y falta de comunicación se repiten. Con respecto al Sistema Nacional de Becas de Posgrado, por ejemplo, la no apertura de nuevas convocatorias en algunas modalidades no fue consultada ni comunicada de manera adecuada a la Universidad. Del mismo modo, nos parece que la rectoría debe pronunciarse de manera clara acerca de la creciente desfinanciación de la universidad que ha alcanzado límites preocupantes, o frente a los riesgos del plan de renovación urbana del CAN. De otro lado, es posible que el contexto en el que se dieron los gastos en la remodelación de la oficina de Rectoría o los bonos que se otorgaron a las directivas sea más complejo de lo que se suele informar, pero si es así se necesita informar de mejor manera a la comunidad para no dejar enlodar la imagen de las directivas de la Universidad.

Como usted bien sabe los problemas de las Universidad son profundos y estructurales. Se derivan de la insuficiente financiación estatal, que se traduce en salarios bajos, en falta de recursos para la investigación, en una infraestructura de la sede de Bogotá que están en un estado lamentable, etc. Pero también en una estructura de la organización de la Universidad que debe ser replanteada. No hay claridad de porqué el Consejo Superior Universitario deba tener la composición que tiene actualmente, la representatividad de los representantes profesorales y estudiantiles es sumamente cuestionable y la falta de autonomía de las Unidades Académicas es palpable. Pero si a estos problemas estructurales, que merecen una revisión que no podemos hacer aquí, se suman cuestiones coyunturales como las que hemos descrito, aparecen entonces elementos que alimentan el conflicto en el que nos encontramos.

Por lo demás, pareciera a veces que las directivas no tuvieran claridad sobre la profundidad de la crisis. Por ejemplo, en su "Mensaje a la comunidad Universitaria" con ocasión de su renuncia a la Vicerrectoría de la Sede de Bogotá en días anteriores, la Profesora María Clemencia Vargas no hace absolutamente ninguna mención de la parálisis y el bloqueo de la Universidad, como tampoco lo hace el comunicado de Rectoría que lacónicamente informa de esta renuncia. Quien lea desprevenidamente estos mensajes pensaría que la Universidad está funcionando perfectamente. ¿Acaso no ven o no quieren ver las directivas de la Universidad la gravedad de la situación?

Todo lo anterior nos hace preguntarnos sobre si la concepción que esta administración tiene del sentido de la universidad pública, de la calidad académica, de la formación de posgrados, y de otros aspectos esenciales de la vida universitaria, se corresponden con los que por tradición y por definición pertenecen a la esencia de la Universidad Nacional de Colombia. Por todo ello queremos respetuosamente solicitar de su parte y del equipo que lo acompaña

1. Que no se escatimen esfuerzos por superar de manera urgente, y considerando ante todo los más altos intereses de la Universidad, el conflicto laboral que nos afecta desde hace más de dos semanas, y que obstaculiza la normalidad de la vida académica. Todo eso en el marco de la legalidad, el respeto y el reconocimiento del otro.

2. Que las directivas de esta administración, tal como lo han solicitado otros profesores, presenten en uno o varios actos públicos, con una metodología apropiada y concertada de antemano, un informe del estado general de la Universidad, y de los planes y acciones que se propone esta administración ante los retos más inmediatos que se avecinan y en general ante la difícil situación de la universidad pública.

Creemos en las instancias legales y en la discusión abierta y razonada como vía ideal para atender y solucionar los conflictos de nuestra comunidad universitaria. Queremos que comprendan que esta invitación que les hacemos es un llamado a la transparencia y al diálogo, y tiene como único interés la defensa de nuestra universidad.

Atentamente,

Los aquí firmantes

sábado, 9 de marzo de 2013

Imagen desvirtuada de la Sociología en serie “Tres Caínes” emitida por RCN

El pasado 7 de marzo de 2013, Yolima Bedoya González, en representación de los profesores del Departamento de Sociología de la Universidad de Antioquia, lanzó un "COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA Y AL CANAL DE TELEVISIÓN RCN", denunciando a este canal televisivo de desvirtuar la imagen de la Sociología en la serie 'Tres Cínes', en la transmisión de los días 5 y 6 de marzo.

Apoyamos esta denuncia y exigimos que el canal RCN realice las acciones que se piden al final:


Departamento de Sociología
40 años del Programa de Sociología
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS


Medellín, 7 de marzo de 2013
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA Y AL CANAL DE TELEVISIÓN RCN
Imagen desvirtuada de la Sociología en serie “Tres Caínes” emitida por RCN

Los días 5 y 6 de marzo de 2013 en la serie televisiva “Tres Caínes” transmitida por el Canal RCN en horario familiar salieron imágenes actuales de la Universidad de Antioquia. Este capítulo se ubica temporalmente en la década del 80 del siglo pasado y en él los paramilitares hacen "seguimiento" a un estudiante de Sociología, novio de la hermana menor de los Castaño dentro de las instalaciones de la Ciudad Universitaria; en otras escenas, las imágenes de la Universidad sirven de fondo para mostrar a un grupo de estudiantes armando bombas molotov o realizando reuniones preparativas de la próxima revuelta. De igual modo, se menciona repetidas veces de manera negativa la disciplina de Sociología aludiendo a ella como “nido de guerrilleros”.

Como profesionales en el área de Sociología tenemos la convicción de que esas escenas hacen daño al buen nombre y la integridad física y moral de quienes ejercemos o estudiamos esta disciplina, ya sea en la Universidad de Antioquia o en cualquier otra universidad del país. Si bien en ningún momento se nombra directamente a nuestra Alma Máter, es decir, es algo que pasa inadvertido para quién no conozca nuestras instalaciones, sí queda claro que el novio de la hermana de los Castaño estudió Sociología.

En las imágenes y el contexto de la trama de la serie no se nombra a la Universidad de Antioquia, sin embargo, aluden a que el joven estudia Sociología en una universidad pública de Medellín llamada ficticiamente “Universidad pública de Antioquia”, así mismo, en el capítulo del 6 de marzo se nombra directamente a las disciplinas de Sociología y Antropología. No hay que poner a volar la imaginación para concluir a qué universidad se están refiriendo.

Para los profesores de Sociología de la Universidad de Antioquia es preocupante que exista una asociación tan directa entre la disciplina y el conflicto armado colombiano. La promoción y participación en el conflicto armado como cualquier otro acto ilegal o violento sólo puede ser atribuido a las personas que los generan y no a una disciplina en particular o a un contexto académico universitario.

Nuestra alarma central radica en las consecuencias que las imágenes en mención pueden tener en la integridad física de estudiantes, profesores y profesionales de Sociología, en tanto el conflicto armado e ideológico de los años 80`s sigue estando presente en el contexto regional y nacional actual. Así mismo, nos preocupa el estigma que sobre la profesión puede caer y limite el campo laboral y profesional de nuestros egresados, al regresar como un fantasma la marca de las décadas del 60 y 70 superado en los últimos 30 años. El aporte intelectual, académico y profesional de sociólogos como Orlando Fals Borda, María Teresa Uribe, Álvaro Camacho, María Eumelia Galeano, Alfredo Molano, sólo por mencionar algunos, reafirma el compromiso de la Sociología para enriquecer el debate sobre el acontecer regional y nacional desde las múltiples miradas que sólo una disciplina como esta puede ofrecer.

Por todo lo anterior, pedimos tres acciones específicas por parte de RCN:

1. Aclaración pública en los horarios de emisión de la serie “Tres Caínes” que la disciplina de Sociología no es promotora del conflicto armado y que no es la base para la construcción ideológica de ningún grupo armado.
2. Abstenerse en capítulos posteriores de esta serie de nombrar, aludir o presentar a la Sociología como una disciplina que es motor intelectual de la subversión.
3. Abstenerse de presentar imágenes de la Universidad de Antioquia en la serie “Tres Caínes”.

Atentamente,

  Jefa
  En representación de los profesores del Departamento de Sociología