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jueves, 21 de febrero de 2019
¿Cómo aplicar las ideas de la filosofía en la vida cotidiana? El filósofo alemán Wolfram Eilenberger te lo explica
El filósofo alemán Wolfram
Eilenberger da consejos de cómo usar la filosofía para mejorar nuestra realidad
y la de quienes nos rodean
FOTO: GETTY IMAGES
[...] ¿Cómo podemos aplicar
ideas de la filosofía en la vida cotidiana?
Es importante entender que la
filosofía se trata de la vida cotidiana. No es sólo un estudio académico, es
una manera de entender nuestra propia existencia. Y esto es clave para todos.
Todos tenemos una filosofía, está implícito. No hay forma de vivir una vida
como seres humanos sin tener una filosofía, que encierra ideas muy generales de
quién soy, quiénes son los otros y cómo fueron las acciones en el pasado y cómo
serán en el futuro.
Así que la idea de que la
filosofía se puede aplicar en la vida cotidiana no es tan así, sino que la
filosofía ya está ahí, siempre estuvo con nosotros y solo tenemos que tener en
claro dónde está y cuándo sucede.
- Un ejemplo puede ser una frase muy común: ‘Estoy
seguro que todo estará bien’. ¿Qué significa estar seguro? ¿Cómo sabes que
estás seguro? ¿Existen las razones? ¿Cuáles son las instancias que te
hacen decir que todo estará bien? ¿Hay algún antecedente que funcione como
guía en la historia…?
Así que en estas seis palabras
puedes tener una idea muy general de quién eres, en qué crees, y de qué se
trata lo que dices. En cualquier conversación que tenemos podemos descifrar
esto muy fácilmente.
Los héroes del libro (“Tiempo de
magos: El gran decenio de la filosofía 1919-1929”), cuatro filósofos de los
años 1920, son muy especiales porque para ellos la conexión con la vida
cotidiana, los problemas diarios, las relaciones amorosas, las dificultades
monetarias, estaban muy atadas al desarrollo de sus ideas filosóficas.
Y es por esto que fueron
filósofos en el verdadero sentido, porque para ellos no había separación entre
la ciencia y su propia existencia. Ellos evitaron esa división y reforzaron las
conexiones que son tan importantes para la filosofía.
Usted mencionó en el pasado
que hay un renacimiento de la filosofía. ¿Por qué y qué significa?
La crisis siempre es un buen
momento para la filosofía porque se trata de los conceptos más básicos que
conducen nuestras vidas. Cuando hay confusión, como con el resurgimiento del
populismo, con las inseguridades en torno al medioambiente, ocurre que los
conceptos básicos que creíamos que eran verdaderos parecen tambalear o se
destruyen frente a nuestros ojos. Entonces es un buen momento para la
filosofía.
- Creo que el giro que está protagonizando la
filosofía en la sociedad no ocurre solo en Alemania, también sucede en
Francia, en el mundo anglohablante, y posiblemente en el mundo hispano.
Tiene que ver con el hecho de que la gente entiende que la vida que
tenemos en la actualidad no es sostenible. Hay algo fundamental y es que
tiene que ser repensada nuestra existencia.
Si miramos la historia, desde los
griegos con la democracia en Atenas y Sócrates, a la filosofía de habla
germana, los cambios siempre sucedieron cuando la sociedad estaba en crisis. Y
pienso que aunque suene triste, los tiempos de crisis son buenos tiempos para
la filosofía y creo que vivimos en uno de ellos en la actualidad.
¿Cómo la filosofía puede
ayudar en la crisis?
Puede ayudar de varias maneras.
La filosofía se trata de clarificar conceptos: qué significa libertad, qué es
la justicia, qué es lo que está bien o mal, qué es el alma humana, qué
entendemos de los conceptos que pronunciamos… Esto hace que nuestros pensamientos
sean más claros y una vez que nuestros pensamientos son claros, nuestras
acciones serán claras. Esa es una manera muy concreta de cómo la filosofía
puede ayudar.
También la filosofía tiene esta
hermosa capacidad de que la gente describa al mundo, que tú piensas que ya
conoces, de una manera diferente. Vuele a describir la existencia entera. Y
dices: ‘¡Oh! Nunca lo pensé de ese modo’. Puedes tener perspectivas diferentes
sobre una misma cosa. Entonces eres más libre por tener mayores opciones para lidiar
con ciertos problemas. Lo certero es que la filosofía abre horizontes. Vuelve a
describir el mundo de cómo puede ser y no de cómo es a través de utopías, de
ciertas narrativas de cómo fue historia y la humanidad.
Entonces hay clarificación,
obtención de libertad a través de la descripción, y apertura de nuevos
horizontes. Esa es la buena filosofía.
Usted dijo que “el consumismo
no puede satisfacer a los seres humanos” ¿Qué puede entonces?
No creo que el consumismo haya
alguna vez cumplido la función de satisfacer a los seres humanos. Sabemos que
nuestra felicidad y bienestar no depende de las cosas que podemos comprar o
perder. No es algo que tenga que ver con el dinero. Todo lo que le da verdadero
valor a nuestra vida ciertamente no lo podemos sostener con la mano. No es algo
que podamos producir.
Por ejemplo, enamorarnos no es
algo que podamos hacer, es algo que nos sucede. Si te sientes ‘en casa’ o
‘bien’ no es algo que puedas hacer, es algo que te pasa.
- Entonces no es solo incorrecto sostener que las cosas
que consumimos hacen que nuestra vida sea mejor, algunas veces lo hacen en
pequeñas proporciones, también lo es decir que somos los causantes de
provocar nuestro bienestar.
La idea de que nosotros somos
quienes hacemos nuestra propia vida mejor a través de toma de decisiones
conscientes es una visión muy pobre de cómo estamos en el mundo.
¿Puede cualquiera convertirse
en filósofo? O ¿somos todos filósofos en una cierta manera?
Pensaría que sí. Tú comienzas con
la filosofía con una duda. Generalmente es una duda de todos los días. Y
piensas: ‘¡Oh! Si eso fuese verdad, ¿que significaría para mi vida?’. En ese
sentido, cada conversación que puedas tener con amigos que sea fluida, amplia y
enriquecedora sobre un tema específico puede ser filosófica.
El tema es que tienes que tomar
tus propias preguntas seriamente. Allí es cuando la filosofía comienza. Creo
que mucha gente vive con una cierta pobreza en su propia mente. Tienen
preguntas, pueden formularlas, pero luego las dejan a un lado. No toman sus
propias dudas y preguntas de una manera seria. Una vez que alguien revierte
eso, empieza a hacer filosofía, le guste o no.
¿Algún consejo?
El primer consejo es no tener
miedo a tomar los propios pensamientos seriamente. El segundo es no pensar en
la filosofía como una ciencia para estudiar, sino como una forma de vivir. Y el
tercero es cómo la abordas.
Muchas personas que quieren leer
o saber más de filosofía y compran un libro de (el filósofo alemán) Immanuel
Kant se frustran fácilmente porque es difícil empezar por ahí. Y después está
el camino más corto y compran libros explicando la filosofía de Wittgenstein en 10
minutos…
Creo que un buen comienzo son las
biografías y las cartas de los grandes filósofos que dan una cierta visión de
por qué esos pensamientos eran importantes para ellos, para el medioambiente,
para el tiempo en el que vivieron. Eso es lo que traté de hacer con este libro.
Pienso que hay una especie de
timidez en la filosofía. A la gente le da vergüenza decir que le interesa este
tipo de cosas. No hay razón para ser tímido. Y nadie es muy tonto o superficial
para la filosofía. Las personas no se toman en serio a ellos mismos, tienen que
ser valientes en relación a sus propias preguntas y serios en sus propios
enfoques. Así verán que se generarán nuevos espacios que harán sus vidas y las
de todos mucho mejores.
Este artículo es parte de la
versión digital del Hay Festival Cartagena, un encuentro de escritores y
pensadores que se realiza en esa ciudad colombiana entre el 31
de enero y el 3 de febrero de 2019.
Fuente: La Opinión
sábado, 16 de febrero de 2019
Vandalizan la tumba de Marx por segunda vez en días
LONDRES.
La tumba del filósofo y economista Karl Marx en el cementerio de Highgate, en el norte de Londres, fue atacada por segunda vez en dos semanas, informó este sábado la organización Amigos del Cementerio de Highgate.
Las frases "Doctrinas del odio" y"Arquitecto del genocidio" fueron escritas con pintura roja sobre el monumento que sostiene la imagen del filósofo y sociólogo prusiano de origen judío.
El pasado día 4, el monumento sufrió importantes daños tras ser atacado con un martillo por unos desconocidos, en un incidente calificado por el citado grupo de "deliberado y sostenido".
El cementerio de Highgate, donde también está enterrado el exespía ruso Alexander Litvinienko, es muy visitado por turistas de todo el mundo y es uno de los más famosos del Reino Unido.
jueves, 14 de febrero de 2019
Seminario: La verdad detrás de la explotación de carbón en la Guajira
:::ENTRADA LIBRE:::
Presentación e introducción a cargo de Astrid Ulloa Ph.D. Profesora titular del
departamento de Geografía UN
1. Representantes Wayúu exponen su análisis sobre las afectaciones de la mega -
explotación de carbón en La Guajira.
2. Verdades judiciales en contra del Estado colombiano y la empresa Carbones
del Cerrejón. CAJAR
3. Retos de la transición energética y postextractiva en el departamento de La
Guajira. CENSAT AGUA VIVA
4. Conclusiones CINEP
La Sociedad Colombiana de Filosofía (SCF) y la Sociedad Interamericana de Filosofía (SIF) invitan a participar en el XVIII Congreso Interamericano de Filosofía, que se realizará en la ciudad de Bogotá – Colombia, del 15 al 18 de octubre de 2019.
Los ponentes podrán incribirse desde noviembre 15 de 2018 hasta Febrero 28 de 2019 y han de llenar el formulario de inscripción de ponencias que se habilitará oportunamente para tal fin, y adjuntar, aparte de sus datos personales, el título de su intervención y un resumen de mínimo 400 y máximo 750 palabras.
Las mesas temáticas para ponentes son las siguientes:
- Epistemología
- Ética
- Fenomenología
- Filosofía Antigua y Medieval
- Filosofía de la Ciencia
- Filosofía de la Educación
- Filosofía de la Mente
- Filosofía de la Religión
- Filosofía del Lenguaje
- Filosofía Latinoamericana
- Filosofía Moderna
- Filosofía Política
- Género y Filosofía Feminista
- Hermenéutica
- Lógica y Argumentación
- Metafísica
- Teoría Crítica
Para mayor informaciín consultar la pagina de la Sociedad Colombiana de Filosofía: http://socolfil.org/
Javier Echeverría: Innovación, filosofía y aprendizaje
Mi último libro, El arte de innovar, se subtitula Naturalezas, lenguajes y sociedades, todo en plural. Soy pluralista desde hace mucho tiempo, afirmo el pluralismo: no hay una naturaleza, sino varias naturalezas; tampoco hay un solo lenguaje, sino varios lenguajes, y lo mismo vale para las sociedades. Los filósofos tradicionalmente han trabajado con el lenguaje, que está basado en palabras, algunas de las cuales son conceptos, hay muchas palabras que no significan nada, pero los filósofos normalmente trabajan las palabras para convertirlas en conceptos, es decir, para darles sentido. Ese es el trabajo fundamental de un filósofo. Por ejemplo, trabajar el concepto de innovación es deber para un filósofo, no basta con tener la idea sacada de la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua, eso es pereza intelectual. Tampoco basta con lo que me viene dado como idea de innovación o de conocimiento en el lenguaje que he aprendido de pequeño. Si uno hace filosofía, ha de reflexionar y contrastar los contenidos de los conceptos que se han dado, solo así uno puede inventar nuevos conceptos o nuevas definiciones. Cuando aquellos o éstas, en algunos casos, son aceptados por los contemporáneos o, siglos después, por otras personas, puede decirse que se ha innovado en filosofía, es decir, conceptualmente. La innovación conceptual es entonces el trabajo de los filósofos, aunque no es su única tarea, se trata de una labor muy lenta y ardua que fracasa la mayoría de las veces. Dicho esto, podemos afirmar que los grandes filósofos han sido innovadores. Veo la historia de la filosofía como una historia de las innovaciones conceptuales y metodológicas. Sobre esto último hay que tener en cuenta, por ejemplo, que el Discurso del método, de René Descartes, es una innovación metodológica. En términos de estudios de innovación, Descartes fue un innovador de producto —conceptos— y de proceso —metodología—. "
Entrevista por Jorge Eliécer Molina Zapata. La Crónica del Quindío. Febrero 13 de 2019.
lunes, 11 de febrero de 2019
Filosofía del cuerpo y del cuidado
El Observatorio Filosófico de Colombia, en asociación con: Observatorio Filosófico de Morelos, Organización Juvenil Utopía y Corriente Nuestramérica desde abajo, presenta la nueva edición de la Revista de Filosofía Nuestramericana: Posibilidad, Crítica y Reflexión. "Filosofía del cuerpo y del cuidado". Volumen 8 Semestre II-2016.
“Hidroituango es un fiasco descomunal”
“Se les dijo lo habido y por haber y los presidentes de Colombia, los gobernadores de Antioquia, los alcaldes de Medellín, los dirigentes de EPM no hicieron caso”.
Por: Pablo Montoya
Los antiguos griegos, que lograron entender todo lo humano y lo divino, forjaron el mito de Prometeo. Un semidiós que le robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres. Prometeo me despertó, en la niñez, las simpatías. Me parecía magnífico que ese fuego portentoso, patrimonio de los dioses, fuese dado al bípedo implume para que desafiara no solo a sus contemporáneos, sino a la naturaleza y al mismo panteón olímpico. Y no aprobaba, en absoluto, el castigo por el que tenía que pasar el semidiós. Encadenado a una piedra, en una montaña del Cáucaso, Prometeo padece el picoteo de un buitre que debe sacarle eternamente los intestinos.
Al crecer y entender los avances de la humanidad, auspiciados bajo la razón, la ciencia, el progreso y otras palabrejas de este estilo, Prometeo terminó pareciéndome pernicioso. Y no demoré en justificar su castigo. Por robarse el fuego a los dioses, los hombres hemos sembrado el planeta de catástrofes. Por robárselo, hemos construido bombas atómicas y sembrado el mundo con la nefasta industria nuclear. Por robárselo, estamos haciendo del genoma humano un instrumento militar devastador. Por robárselo, nosotros que somos la fragilidad en carne propia y difícilmente pasamos el umbral de los ochenta años, nos creemos iguales a los dioses. Y en medio de tal presunción, la naturaleza –las selvas, los bosques, el mar, los lagos, los ríos– nos parecen una vaina domesticable para nuestro propio y voraz beneficio.
Este mito me ha venido a la cabeza al corroborar una vez más el desastre de Hidroituango. Eso que se nos presentó como una represa prometeica, hija del pujante espíritu de los empresarios y políticos antioqueños, ha resultado ser un fiasco descomunal. EPM y todos aquellos que están vinculados con este atropello de la ingeniería, semejan hijos de esos primeros hombres que recibieron el obsequio de Prometeo. Se les dijo que por ahí no debían construir sus diques faraónicos. Se les dijo que el río Cauca tenía unas condiciones especiales en esa parte de su recorrido y que por tal razón lo de ellos no era viable. Se les dijo que había que hablar con las comunidades nativas para que esa edificación garrafal no se levantara allí. Se les dijo, en fin, lo habido y por haber y los presidentes de Colombia, los gobernadores de Antioquia, los alcaldes de Medellín, los dirigentes de EPM no hicieron caso. Vanidosos, increíblemente altivos, se sintieron poseedores del fuego de los dioses. Y ahí tienen las consecuencias. Han deteriorado la vida de un río esencial para Colombia. Llevan desde hace meses poniendo en riesgo a la población de varios pueblos ribereños. Han atentado contra la fauna y la flora de la región. Y lo peor es que siguen como si nada. Ejerciendo sus altos cargos, sin que la justicia les haga un seguimiento.
Porque cuando la justicia de un país como el nuestro no obra con eficacia, uno de los caminos que queda, al menos el más sensato y el más digno, es que la ciudadanía levante su voz de protesta y reclame soluciones. Es evidente que Hidroituango es un proyecto fallido y debe desmantelarse. Lo que nos queda, por lo tanto, es volver al principio. Es defender, por encima de los intereses económicos de unas empresas y de unos políticos, al río Cauca, a su ecosistema herido salvajemente, y a sus poblaciones que padecen en la impotencia este descalabro. Nuestra solidaridad es estar con ellos y con el río y no con los cómplices de Prometeo.
Fuente: Revista Arcadia. 2019/02/07.
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